El amor es una fortuna, que se gana sólo si le apostas tú tiempo a quien lo enriquece.
Si me regalas tu tiempo, en un tiempo lo vas a ver como una inversión, sabemos que cuando uno regala algo no espera nada a cambio, o al menos eso es lo que dice la gente.
Pero pensándolo bien, es reconfortante sentir que el tiempo que estuviste apostando a ciegas, no fue una apuesta en vano, como muchas otras veces en las que sufrimos porque jugamos apostando solos.
Puedo convertir esa inversión de tu tiempo en una fortuna que no tiene límite temporal, porque en esta vida te va a volver millonario, y en el recuerdo, eterno.
Le apuesto al tiempo contigo para volverme millonario, porque a pesar de que a nuestro tiempo siempre se le resten días, las horas de gozo invertidas se vuelven inmortales en la memoria, sobre todo en aquellas memorias que ya deben trascender de la materia corporal a la infinidad del alma.
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