La lluvia es la droga de los nostálgicos, quienes a veces la disfrutan y otras veces la sufren; pero no deben asustarse, esto es simplemente una forma de calmar la ansia hasta que el sol brille de nuevo. Porque, aunque no sea lo más conveniente, hay ocasiones en las que la droga solo nos puede matar cuando perdemos el control sobre ella. Estamos expuestos a consumir cosas que nos alteran, pero solo algunos son conscientes de ello y tratan de dominar a su cerebro, pidiéndole que no reclame tanta dopamina en tan poco tiempo. Todos requerimos de esa “lluvia” para sentirnos nostálgicos, alegres y tristes a la vez; esas vivencias se convierten poco a poco en nuestro recurso para manejar el comportamiento, ese que te dice: “tenés que hacer esto” para luego poder “vivir eso que deseas”. ..